Con motivo del 118º aniversario del natalicio de nuestro querido abuelo Don Benito, transcribo un capítulo del libro "Poetas del Estado Monagas" escrito por Don José Segundo Aristimuño en 1969.
Estas palabras escritas por el autor, no solo nos hacen sentir orgullosos de pertenecer a este linaje, sino que nos estimula a seguir adelante en el afán de conocer cada día más, tan maravilloso personaje.
BENITO LOSADA
(Paco Tillero)
Este ilustre personaje de nuestras letras regionales nació en Aragua de Maturín, el 2 de febrero de 1892. Hizo los estudios de primaria y secundaria en Maturín, recibiendo ñas primeras clases de labios de su señora madre, doña Carmen de Losada y del recordado maestro y también poeta Antonio C. Myers. Concluidos sus estudios en el Colegio Federal de Maturín, llego a ser de él, uno de sus profesores en 1912. Losada también fue profesor-fundador de la Escuela Federal Monagas, de muy grata recordación en nuestros anales educacionales. Buenos años de su vida los consagra a trabajar en empresas petroleras hasta ser jubilado, por una de éstas, en el año 1952. Desde mucho antes de esta fecha se encuentra radicado en Caracas, rodeado de numerosos nietos y del aprecio y consideración de sus amigos.
Paco Tillero es el seudónimo usado en sus poemas por Benito Losada y con el cual se le conoce en el Oriente de la República. En la segunda y tercera década del siglo fue frecuente su colaboración en periódicos de la provincia, especialmente en Maturín. Entre otros órganos periodísticos escribió en "El Industrial", de su señor padre don Benito Nicanor Losada; "El Artesano", "Horizontes" y "Notas y Noticias", todos de Maturín. En este último vocero hizo notable una sección creada por él con motivo de un certamen para elegir la Reina de la Belleza, en cuyo evento saliera triunfante la señorita Rosario Barreto Coll. Flores Selectas, Ramilletes, Postales, etc., eran secciones mantenidas en periódicos de Maturín por Paco Tillero y en las mismas el poeta hacia galas de fina inteligencia. Con versos oportunos, producto del momento, tejía la silueta de algún personaje. Fue un feliz cultivador del género festivo. En los actuales momentos no se le conoce tanto como en su época, pero se le recuerda con cariño bien ganado, por su batallar constante durante más de un cuarto de siglo en el periodismo de provincia. Ahora, después de un largo silencio ha vuelto al público ensayando impresiones de viaje en forma de tankas, tipo de estrofa japonesa donde se combinan pentasílabos y heptasílabos (A-B-A-B-B) sin consonancia.
Es poseedor de un selecto archivo que trata, en especial, de tópicos de Monagas. No lo conocemos pero lo suponemos muy rico, sobre todo en lo que atañe a periódicos y revistas. Siempre hemos pensado que documentos como estos, algún día habrán de ir a nutrir las estanterías de una biblioteca pública de Monagas, de cuyos centros está urgida la región.
José Segundo Aristimunño
1969